Últimamente me he dado cuenta de muchas cosas, pero hay una especialmente que me ha hecho pensar: he cambiado. Sí. Quizá ocurrió hace tiempo pero, por unas cosas u otras, me lo he negado a mí misma y hasta ahora no he conseguido aceptarlo. ¿El por qué? Odio los cambios, aunque muchas veces son para mejor. Odié cuando me cambié de casa porque me sentía una extraña en la nueva y echaba mucho de menos la antigua, aunque fuese pequeña y asfixiante. Odié que cierta amiga se fuera y me dejara. Odié y temí pasar al instituto. Igual que he odiadado tantos otros cambios, sólo por llevar consigo esa palabra. Quizá sea el "miedo" al cambio del colegio al instituto que aún me perdure, cosa totalmente estúpida. Estoy en 2º de la ESO, no soy nueva. Pero temí tanto el día que empecé el instituto por primera vez... Porque sabía lo que ocurriría y en cierto modo, así fue. Mis amigas se dispersaron y aunque la mayoría van a mi mismo instituto ya nada es lo mimso. Marta también cambió. Pese a jurarme el verano previo al comienzo de 1º de la ESO que no lo haría. Me alejé un poco de ellas (de Laura, Thais, Marta y Ana R, a las que conocía de toda la vida) y conocí a gente nueva, de la que me alejé también a excepción de Silvia. Este año, nuevos cambios. Conocí mejor a Clara, que la conocí el año pasado pero con la que yo no tenía amistad y a Rocío, una gran amiga de Silvia del colegio. Silvia y Rocío estan muy juntas, las Kiss Girl (Clara, Laura, Marta, Thais y ahora, Alicia) también estan juntas y yo, en medio. Unas veces con unas y otras con otras. ¿Por conveniencia? No sé. Y sé que he atribuido el separarme de Silvia y Ro e irme más con las otras a que Silvia y Ro han cambiado, pero ¿es cierto?. Puede ser. Pero yo también lo he hecho. Me lo he negado a mí misma pero así es y hay que afrontarlo. ¿Será que me vuelto más guarra, más falsa, más egoísta y más mala persona y amiga? Y no quiero que me digan ni una sola vez más que es porque estoy en la adolescencia, en la edad del pavo, porque eso me trae a viento fresco. Sea por lo que haya sido, he cambiado y puede que para mal. Al menos eso me parece a mí. Esperemos volver a ser como antes, o por lo menos algo mejor persona. Pero hay más cambios, cambios que se efectuaron hace tiempo. Me he vuelto asquerosamente mentirosa. Sí, lo soy. Diariamente juego a ser actriz mientiendo sobre mí, mis sentimientos, pensamientos y estado de ánimo. Encima soy una cobarde. ¿Por qué no puedo ser capaz de decirles a mis "amigas" que estoy mal cuando estoy mal por su culpa?. Y todo esto me lleva a lo mismo: no soy una buena persona. Porque se supone que las buenas personas no mienten ni culpan a la gente de aquello que no tienen la culpa. Entonces, ¿por qué estoy emperrada en culparlas a ellas de todo, de todos mis problemas?. No serán unas santas (porque no lo son) pero sí hay una persona guarra, falsa, borde y egoísta, soy yo. Y envidiosa. Soy una envidiosaa más no poder. Ojalá pudiese enmendar todo, borrar todo el mal que hice y ser como quiero ser... Pero en fin, no sólo hay cambios malos. Hay cambios buenos que me han hecho llegar hasta lo más importante de mi vida, como son la Familia Expresa (y así os englobo a todos), Hermi, Celia, mis Huffles, Euge y muchas personas más.
A todo esto diré que hoy me siento ligeramente mejor. Pero sigo teniendo miedo de mañana, de volver a verlas. Porque no sé que escoger: escuchar lo genial que lo pasaron hoy sin aparentar que sigo dolida por su actitud o decirlas que me importa una mierda lo que hagan y que me jodió mucho lo de ayer y que me jode más aún que nunca se dignen a preguntarme si me sienta bien o no lo que hacen. Está claro que la primera opción me es mucho más sencilla. Lo he dicho: estoy acostumbrada a mentir. Pero estoy harta de esto. Y sé que es culpa mía que no me pidan perdón porque yo no muestro mi dolor. Y si no es mañana, será el lunes. Terminaré por explotar y lo sé. Y puede que hasta ellas lo sepan.
En resumidas cuentas, esta semana ha sido una mierda en la que he hecho y dicho demasiadas gilipoyeces. Y que bueno, que le haré frente a lo que venga. Sé que la entrada no me ha quedado muy alegre (es más bien todo lo contrario) pero es lo que tiene no haber dormido mucho pensando en mil cosas a la vez. Porque mi cabeza es ahora mismo eso: un caos de pensamientos y emociones. Y sé también que cuando alguien lea esto me odiará un poco más o me querrá algo menos. No importa, no se lo tendré en cuenta porque si yo fuese otra persona odiaría a quien soy ahora. Al final Blanca no se ha ido, pese a que la odio no quiero que se termine de ir. Seguiré intentando vivir con ella. Porque desgraciadamente si Blanca se va, Blaire lo hará con ella.
Ah, también decir que pese a todo no hoy no les odio. No odio ni a Laura, ni a a Thais, ni a Marta, ni a Clara, ni a Alienicia, ni a Silvia, ni a Ro, ni a él, ni a su novia. A nadie. No los odio porque quiero dejar de odiar y porque yo también soy culpable.
Y pese a todo, repito que hoy estoy mejor ^^.
Atte: Blaire y Blanca, juntas.
PD: Gracias a todos por ayudarme y por hacerme sentirme mejor ^^. Os quiero.