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Cansada, triste, harta y depre: así estoy. Últimamente parece que todo me sale al revés y, cuando por fin parece que todo va para bien, ocurre algo que empeora todo. Parece que todo me afecta, por pequeñas que sean. Pequeñas cosas que por sí solas son prácticamente tonterías, pero, que a la mínina de algo que sí me afecta, prenden la llama de la depresión. Y no puedo. Marta me tiene hasta las narices. Intento hacerme la tona, como llevo haciendo durante meses, tragándome todo y fingiendo que no sé todo lo que me llama a espaldas. Pero lo sé y encima debo poner buena cara cuando viene a restregarme una de las cien cosas que me intenta restregar al día. Pero el viernes ya fue el colmo. Y esto no se me olvida, porque ¡qué corchos!, yo siempre perdono (unas veces con más facilidad que otras, pero lo hago), pero no olvido. Nunca. Ya se pasó de la raya. Porque vale, soy capaz de tolerar que me "restriegue" que ha hablado con él (cosa que yo sigo sin creerme...), pero... ¿esa puñalada a que vino?. ¿Acaso le restriego yo por la cara las pocas posibilidades que tiene con el Cali o le cuento lo mucho que tontea con la guarra de 3º?. Esa frasecita sobraba y mucho. Y encima, sigue defendiendo a Alienicia cuando sabe como la putea... Pero pasemos de Marta a su perrito faldero número uno: Alienicia. Si no la tragaba por lo insoportable que es y porque me saca de quicio que tenga tan poca personalidad como para asentir a todo lo que Marta dice, no aguanto que sea tan falsa y tan guarra como para putear hasta la saciedad a Marta a sus espaldas y a la cara no. Y lo de que tenía apendicitis fue la leche... Osea, la tía tiene apendicitis para faltar a clase toda la semana de exámenes, pero por las tardes ya está bien para irse con Marta a la pescadería de las narices. Además, para joder (o intentarlo al menos, porque su vida me importa una mierda, para que negarlo), dice abiertamente que sólo Thais y Marta saben quien le gusta, cosa que ya sabía y que encima me han confirmado. Es que encima está metiendo las narices en todos lado... ¡que pedante!. Al final tendrán Clara y Laura razón, y Alienicia cuando muere se reencarna, y de ahí esa cara muerto. Recemos porque solo sea fea y nada más. También está Silvia. La chica es muy maja, es cierto, y es de las que mejor me caen de mi curso, pero indiscreta hasta decir basta. No sé como lechugas decir que SÉ QUE ÉL ESTÁ AHÍ, QUE LE RECONOZCO ENTRE UN MILLÓN, pero como quien oye llover. Cada vez que él está en un radio de 10 metros, tiene que gritármelo a los cuatro vientos. Y claro, él huye. Y como siga haciendolo, la voy a tener que mandar a la mierda, pero a gritos, sintiéndolo mucho. Aparte de estas personitas de mi clase (bueno, de mi curso en general), decir que odio prácticamente a toda la clase. De 28 que somos (porque Chaquetilla nunca viene) un 90% lo forman chulos y creídos que hacen cualquier cosa por llamar la atención y que van de graciosos pero carecen de gracia. Del 10% restante, o me caen medianamente bien o son unas guarras. Y porsupuestísimo, está él. Él es mi obsesión, sí, lo es. Lo peor de todo es que cuanto más le veo, peor, porque quiero volver a verle, y así sucesivamente. Sé que lo mejor de todo sería evitarle, al verle irme a otro sitio y no pasear a mi perro delante de su casa para verle llegar con la moto. Pero no puedo. Él me supera. Le veo en todas partes y sino lo hago, me las ingenio para hacerlo. Y lo que más duele es tenerlo cerca y no poder hacer nada. Yo no pido que él me quiera, porque, entre otras cosas, es imposible. Yo me conformo con verle... Sé que él sabe que le miro cada vez que le veo, que me quedo atontada cuando está cerca, pero si huye no es por eso, es por los gritos que pega Silvia. Si es que jobar, ¿por qué tiene que ser tan guapo? ¿Por qué tiene que parecerme un Dios cada vez que lo veo? ¿Por qué tiene que pasar a mi lado levantándose la camiseta? ¿Por qué tiene que sentarse al lado? ¿Por qué tiene que mirarme cuando pasa a mi lado con la moto?. No sé que quiero, la verdad. Porque quiero que me mire, pero me muero si lo hace. Porque me encantaría que me hablase, pero tengo miedo de sus palabras. Le quiero, sí, pero también le odio. Pero además de lo relacionado con estas personas, siento que estoy fallando a mucha gente, que las decepciono. Sé que decepciono a mis padres porque en vez de los 9 y 10 que esperan que se repitan en mis notas, encontrarán 7 y 8. ¡Lo estoy intentando! Sí, reconozco que estoy más vaga últimamente, pero eso no quita que no me esfuerce en clase. Encima, estaba yo feliz por sacar un 7 en Matemáticas (y por tanto, aprobando la evaluación), tiene que venir el hijoputa (perdón por la palabra, pero es que lo es ¬¬) de EF, y hacemos el examen teórico de Baloncesto, para que aquellos que suspendieran el práctico aprobasen la evaluación. El examen me salió bien y yo seguía feliz por lo de Mates. Y va el muy gilipoyas y me dice ¡que he suspendido el práctico con un 3! ¡Con un 3! ¡Un mísero 3!. Yo reconozco que mi examen práctico no era de 10, pero para 5 por lo menos... Y el muy gili, va y aprueba a uno que no ha hecho EF en todo el trimestre y a mí, que por lo menos lo intento, va y me suspende. Pues ya lo he dicho: ¡el trismetre que viene va a hacer EF su madre!. Pienso decir que me duele el pie (cosa que no es del todo mentira) y ale, ¡a vivir del cuento a aprobar por todo el morro!. Porque, además, he aprobado el examen teórico, y aún así, suspendo la evaluación. Y él es un machista ¬¬. Porque no es normal que toodas las chicas (a excepción de la odiosa Laura P., que va de lameculos de los profes) nos haya suspendido o aprobado con un 5 y a todos los chicos (menos al pobre Álvaro, con lo majo que es xD), los haya aprobado con notas altísimas ¬¬. Es que vamos, se va a meter el balón por donde le quepa ¬¬. En fin, dejaré la parte en la que digo lo inútil que siento para otra entrada, porque creo que Arwen me matará si no publico ya xD.

En resumen: mi vida es prácticamente una mierda.

Felicidades y gracias a aquel que se haya leído la entrada entera.

Os quiero.

Atte: Blaire.

PD: Pronto habrá una entrada deprimente total y terminaré de putear a quien me falta.